El papiro de Saqqara |
A miña impresión: Esta é outra das boas novelas que agasallan có coñecemento profundo do vello Exipto. Deuses, faraóns, lendas e, sobre todo, as ganas de aprendizaxe respecto do antiguo, fan desta novela outro xeito de mergullarse nese mundo tan máxico. Unha boa narrativa e unha boa traducción. Paga a péna lelo.
Autor: Pauline Gedge (1945). Máis información na Web Pauline Gedge
Editorial: Círculo de Lectores
Edición: 1994
Tradutor: Edith Zilli
Introducción: Clara Sánchez
Contraportada do libro: El príncipe Khaemuast, cuarto hijo de Ramsés II, es quien en realidad gobierna Egipto, pero las monótonas tareas administrativas que su padre deja en sus manos no son para él sino un peso que le impide dedicar más tiempo a sus verdaderas pasiones: la magia, la medicina y la historia. Profundamente interesado por el conocimiento, por la búsqueda de la propia identidad y del sentido de la existencia, Khaemuast dedica la mayor parte del tiempo que le dejan sus ocupaciones a inspeccionar todas las tumbas antiguas que son descubiertas, copiando los papiros y los dibujos que allí encuentra, estudiando todo lo que pueden ofrecerle y volviendo a dejarlas en perfecto estado antes de sellarlas de nuevo. Su máximo sueño es llegar a encontrar algún día el Pergamino de Thot, aquél capaz de devolver la vida, de arrebatar a la muerte sus posesiones. Pero Khaemuast debería haber comprendido que el terreno de la muerte es peligroso, que ésta no gusta de ser molestada y que no debe uno descuidarse jamás cuando está tratando con espíritus. Demasiado tarde, Khaemuast descubrirá que, involuntariamente, él mismo ha escrito su destino y el de su familia. Para los que osan molestar a los muertos tan sólo puede haber un castigo.
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