Los sauces de Hiroshima |
Autor
Emilio Calderón (1960)
Más información: Web oficial
Libro
Editorial: Planeta
Edición: octubre 2011
Páginas: 319
ISBN: 978-84-08-10479-7
Mi impresión
Este es el primer libro que leo de Emilio Calderón y, aunque no me parece un libro extraordinario, sí me ha dejado buen gusto. Desde luego me lo apunto, el autor, para leer alguna novela más de él.
En esta novela se nos presentan tres historias, de tres personajes, que tienen como punto inicial que es el día en que los Estados Unidos de América lanzan la bomba atómica sobre Hiroshima. Casi sin quererlo, y por motivos que se irán desgranando poco a poco e lo largo del libro, las tres historias se van relacionando, hasta el punto de que, al final, se nos relata una cuarta historia de otro personaje que, aparentemente, es secundario y sobre el que Calderón se apoya para dar continuidad a la narración, pero que tiene más importancia de la esperada. La historia de un policía que deja de serlo, por honor y honestidad consigo mismo y con las víctimas de un asesinato múltiple, y que empezará a ejercer de detective privado; la historia de un atomizado, o lo que es lo mismo, una de las personas afectadas por el holocausto atómico, que es un ser marginado incluso por su propio padre; y la historia de una mujer que, a la muerte de su padre, se encuentra con una herencia inesperada y que, tras pensarlo detenidamente, decide viajar a Japón en busca de la persona o personas a las que debe entregar parte de esa herencia. Todo ello compone esta novela que, aunque he tildado de policiaca, creo que se parece más a la narración de tres vidas tristes, pero honestas con sus creencias: orgullo, historia, moral, religión y paz.
En la novela se nos narra por momentos escenas de un Japón muy distinto al de nuestra época. Cómo se adaptan este pais y sus habitantes a una nueva filosofía de vida tras ser derrotados consecutivamente en las guerras con China, Corea y la II Guerra Mundial, cómo la propia sociedad japonesa reniega de aquéllos que son un lastre, los afectados por las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki y, también, cómo son partícipes de una pantomima política por la que los juicios de Tokio a militares japoneses no dejan de ser una pantomima para contentar a la población de Occidente.
Siendo un gran desconocedor de la cultura nipona como soy, por momentos me da la sensación de que se encuentra realmente reflejada esa sensación de paz, reflexión y honor que, creo, se corresponde con esa milenaria cultura. Es un libro grato de leer y, también, nos acerca a un mundo y a una época que no es habitual que podamos encontrar en nuestras librerías.
Contraportada del libro
En 1954, el inspecto de policía de Tokio Ichiro Abe se enfrenta al caso más complicado de su carrera: el asesinato de ocho supervivientes del holocausto nuclear de Hiroshima.
Años más tarde, el hijo de un controvertido magnate contrata a Ichiro para que reconstruya su pasado familiar. Así, sus vidas y la de Elle Bartlett, hija de un eminente psiquiatra que participó en los Procesos de Tokio contra los criminales de guerra japoneses, se entrecruzarán y hallarán en el pasado, precisamente, la clave para resolver el misterioso caso.
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